Carta de pedido de audiencia 
Sr Ministro:
Como usted bien sabe, el área del cine como tantos otros ámbitos, fue un terreno que nunca se destacó por el federalismo: en el interior caen las migajas de los banquetes que se dan en Buenos Aires.

Los directores del INCAA (Instituto de Cine) de los distintos gobiernos siempre tuvieron vericuetos legales para amparar sus arbitrariedades, como por ejemplo entregar dinero a realizaciones que no pasaban por concursos. Seguramente los vacíos legales que permiten esas injusticias no están totalmente desmantelados, pero gracias a una mayor participación y presión de realizadores y productores, de distintas organizaciones que los nuclean y quizás también, porque no decirlo, por convicciones propias de los que hoy dirigen el INCAA, esta Institución comenzó a dar pasos hacia una mayor democratización: concursos regionales, apertura para control de gastos y designación de jurados para los concursos, la anulación de los llamados “3º J” (habilitación para que el director del Incaa pueda otorgar subsidios sin llamar a concursos).

En la provincia, con la implementación de la ley de Cultura, y con ella la creación del Instituto de Cultura y, sobre todo del DECEA (Dirección de cine y espacio audiovisual), nos habíamos puesto a tono en torno a las políticas culturales del área.

En este último año, hemos asistido a tres acontecimientos que contradicen, al menos en parte, el discurso de las políticas culturales emprendidas por el INCAA y que creíamos que eran los designios de este gobierno provincial. En las dos primeras, desde Lotería Chaqueña y desde el Instituto de Cultura se financió emprendimientos audiovisuales, sin que pasaran por concurso alguno y otorgando financiamiento a productoras y realizadores de Buenos Aires.

En la última, usted como Ministro de Educación, anteriormente a cargo de área de cultura de la provincia y promotor de la creación del Decea, pareciera desdecirse de las políticas culturales emprendidas en su momento, a través de un proyecto audiovisual de su ministerio en el que sin llamado a concurso, convoca a dedo a una productora audiovisual y a un historiador para realizarlo. No pretendemos aquí poner en cuestión las competencias, aptitudes y pericias del historiador y de los realizadores para llevar a cabo dicho trabajo, sino el modo y la designación de los mismos.

Como ciudadanos y realizadores de esta provincia creemos que tenemos derecho a solicitar:
- Información de los criterios que permitieron la selección de un historiador y unos realizadores por encima de otros.
- Explicaciones de los motivos por los que no se llamó a un concurso público.
- Explicaciones de porqué, si a nivel nacional se convocan a concursos regionales y se federalizan recursos, en la provincia se desanda el camino y se convoca a dedo a realizadores e historiadores de la provincia de Buenos Aires.
- Explicaciones de porqué se convoca a realizadores e historiadores de la provincia de Buenos Aires para contar nuestra historia y ponerle imagen, que es un modo de construir la identidad de nuestra provincia.
Esperamos pueda explicarnos cada uno de estos puntos en una audiencia.

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